Madrid quiere menos coches y más bicis

A finales del año pasado, Madrid, la capital de España, creó una "zona de bajas emisiones" en el centro de su ciudad, con la intención de reducir sus niveles de dióxido de nitrógeno en un 23%. Todo ello para 2020. Ambicioso, ¿verdad? Esto puede ser el resultado directo de un informe publicado en 2018 por la Agencia Europea de Medio Ambiente sobre la calidad del aire en Europa y la impactante estadística de que hubo 8.900 muertes prematuras en España en 2015. Estas muertes fueron un resultado directo del alto nivel de dióxido de nitrógeno de España. Inés Sabanés, concejala de Movilidad y Medio Ambiente de Madrid, afirma que "la calidad del aire lleva 10 años superando los niveles aceptables. Hay estudios que demuestran una clara relación entre los picos de contaminación y los ingresos hospitalarios. Tiene un efecto muy claro en la salud: en el número de muertes y nacimientos prematuros". La estrategia de Madrid de prohibir la entrada en la zona de nueva creación a los coches matriculados antes del año 2000 y a los que funcionan con gasóleo, matriculados antes de 2006, seguramente generará algunos resultados positivos. Los residentes y los taxis quedarán excluidos de la prohibición, que no sólo pretende limpiar el aire, sino reducir el ruido y abrir el espacio público en el corazón de la ciudad. La acción directa de Madrid reducirá la contaminación y abordará el cambio climático de un modo que repercutirá positivamente en ciclistas, peatones y transporte público. Puede parecer un pequeño paso, pero en 2020 será una gran victoria. ¿Qué puede no gustarle? Con la esperanza de que más gente empiece a caminar y a montar en bicicleta, el resultado directo puede ser una reducción de los síntomas relacionados con el asma tanto a largo como a corto plazo. A medida que los conductores urbanos cambien poco a poco sus viejos coches por bicicletas, verán cómo mejora su salud, el aire es más respirable y hay menos congestión en sus carreteras. ¿Qué puede no gustar? Puede que Madrid esté dando un gran ejemplo con su audaz estrategia, pero no son los únicos. En mayo de 2018, Hamburgo, Alemania, prohibió los coches antiguos que funcionaban con diésel en dos de sus carreteras principales. La primera ciudad de Alemania en hacerlo. Atenas, París y Ciudad de México se han alineado con Madrid comprometiéndose a prohibir los coches diésel en sus carreteras para 2025. ¿Qué está haciendo tu ciudad para ayudar?