Consejos para nuevos viajeros

Es esa época del año en la que mucha gente se ha comprado o ha recibido una bicicleta nueva, o quizá, como algunos de vosotros, se ha propuesto desempolvarla y volver a ir en bici al trabajo. En cualquier caso, vestirse para ir en bici puede resultar confuso y complicado. He aquí algunos consejos que hemos aprendido por el camino. La preparación es la clave Cuando sea posible, organízate la noche anterior. Tendemos a olvidar cosas fundamentales cuando nos apresuramos en el último momento para salir por la puerta. Los calcetines de vestir, la ropa interior y el desodorante son algunos de los artículos esenciales que pueden arruinar fácilmente la jornada laboral si se olvidan en casa. También es útil estar atento a las previsiones meteorológicas y preparar la maleta adecuadamente. Asegúrate también de que el teléfono, las luces y otros dispositivos están bien cargados antes del viaje. Embólsalo Para los que se preocupan más por el estilo, una alforja es una buena opción. Una bandolera no es una buena opción, ya que puede resultar incómoda y desequilibrada. Por lo demás, recomendamos una mochila robusta y bien construida (es decir, no escatimes en gastos, ya que acabarás comprando una mejor) con tirantes acolchados y un par de bolsillos exteriores para objetos de fácil acceso, como la llave del llavero de seguridad. Plástico fantástico Así que has llegado al trabajo, te has duchado y te has puesto tu ropa informal para ir a trabajar, pero te has dado cuenta de que no quieres que tu ropa sudada impregne todo lo demás que llevas en la mochila, o incluso que tu mochila empiece a oler mal. Coge una bolsa de plástico de casa para guardar la ropa sudada y proteger el resto de tus objetos de valor y tu bolsa, antes de tirarla al cubo de la lavadora. Plegar y plegar y volver a plegar Si tu oficina es fría, llevas uniforme o simplemente te gusta ir en traje al trabajo, hay algunos trucos para mantener tu ropa de trabajo bonita y ordenada en tus desplazamientos diarios en bicicleta. Siempre que sea posible, dobla cualquier prenda que tenga pliegues intencionados a lo largo de los mismos y luego enróllala para ahorrar espacio y minimizar las arrugas. Si llevas una toalla limpia, es fácil enrollarla con los pantalones o la falda dentro. Si llevas una americana, dóblala por la mitad y luego enróllala alrededor de la toalla. Si tienes zapatos, mételos en una bolsa protectora, preferiblemente de tela natural, pero una bolsa de plástico también sirve (ahora estás reciclando dos bolsas de plástico al día, bien por ti) y colócalos en la parte inferior de la espalda. A continuación, coloca hábilmente la toalla y la ropa encima de los zapatos, con los objetos más pequeños en los bolsillos exteriores si es posible. Cuando sea posible, organízate la noche anterior. Tendemos a olvidar cosas fundamentales cuando nos apresuramos en el último momento para salir por la puerta. Los calcetines de vestir, la ropa interior y el desodorante son algunos de los artículos esenciales que pueden arruinar fácilmente la jornada laboral si se olvidan en casa. También es útil estar atento a las previsiones meteorológicas y preparar la maleta adecuadamente. Asegúrate también de que el teléfono, las luces y otros dispositivos están bien cargados antes del viaje. Déjalo atrás Si su oficina dispone de instalaciones de fin de trayecto (EOT), puede solicitar una taquilla para dejar sus artículos de aseo personal junto con algunos de sus artículos habituales, como camisas de vestir, toallas de repuesto, pantalones, faldas e incluso zapatos. Mejor aún si las instalaciones de su oficina ofrecen soluciones de aparcamiento de bicicletas como Steadyrack para garantizar que su bicicleta esté guardada de forma segura y protegida mientras usted trabaja duro todo el día.